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Duelo: cómo superarlo

Actualizado: 18 jul 2023

“El duelo es tan natural como llorar cuando te lastimas, dormir cuando estás cansado, comer cuando tienes hambre y estornudar cuando te pica la nariz. Es la manera que tiene la naturaleza de curar un corazón roto”


Nuestra naturaleza hace que nos acerquemos a aquello que nos produce placer y nos alejemos de aquello que nos produce dolor, es por eso que en nuestra sociedad no es común hablar del duelo ni de la muerte.


Intentamos vivir todo lo posible de espaldas a esta realidad inevitable, y solo nos enfrentamos a ella cuando ya no tenemos más opción.


Hoy me gustaría hablaros sobre el duelo, qué es, cuáles son sus fases….







Duelo: qué es


Tras la muerte de un ser cercano viene el duelo. El duelo es un proceso y como tal implica tiempo y actividad, es decir, no es algo que sucede y se resuelve solo con el tiempo, requiere tomar decisiones y llevarlas a cabo.


La palabra duelo viene del latín y significa “dolor”. Eso es lo normal, que duela.

El dolor es distinto en cada persona, no hay una manera correcta de vivir el duelo, pero hay dos factores que nos pueden impedir el buen desarrollo de este proceso: eludir el duelo e intentar poner normas al dolor.


Para poder resolver de una manera adecuada el duelo William Worden define cuatro tareas que el doliente tiene que resolver para poder elaborar el duelo. Estas tareas no tienen por qué realizarse en orden, no son sucesivas.






A s u m i r l a r e a l i d a d d e l a p é r d i d a


Esta primera actividad puede parecer muy simple pero entraña una gran complejidad. Implica saber qué significa que nuestro ser querido haya muerto, quién era esa persona para nosotros, qué lugar ocupaba en nuestra vida... Como hemos visto antes, intentamos vivir de espaldas a la muerte todo el tiempo que nos es posible, además pensamos que es algo que solo afecta a la gente mayor.


Es en esta tarea donde nos podemos encontrar con la “conocida” fase de negación. Hay veces que esta negación actúa en forma de pregunta, el doliente no puede evitar pensar en los “¿y si...? ¿Qué hubiera pasado si…?



E l a b o r a r l a s e m o c i o n e s r e l a c i o n a d a s c o n e l d u e l o


Cuando empezamos a trabajar todas las emociones que nos produce la pérdida de un ser cercano hay una frase que es importante entender: “Los duelos duelen y no se puede hacer nada para evitarlo”. Es por esto que el camino de la elaboración del duelo pasa por sentir y afrontar este dolor.


Para ello necesitamos poner palabras a nuestras emociones. Todas las emociones son adaptativas y necesarias, necesitamos ponerles nombre y expresarlas. En este post hablo un poco más detalladamente de este punto.


La tristeza nos va a ayudar a estar más pensativos, en calma, a procesar mejor la información de lo ocurrido, permitiéndonos ordenarlo y asimilarlo de forma eficiente.


Muchas veces no nos permitimos sentir, intentamos bloquear y evitar esas emociones desagradables. Nos centramos solo en los recuerdos positivos del fallecido o evitamos todo contacto con la emoción, recuerdos o pensamientos sobre la persona fallecida, es decir, intentamos distraer ese dolor. Hay veces que es incluso nuestro entorno quien nos anima a ello diciéndonos frases del tipo “No llores más” “A él no le gustaría verte así de triste” “No lo pienses más” … Pero todo esto es contraproducente ya que no nos deja procesar y elaborar nuestro duelo.





A p r e n d e r a v i v i r e n u n m u n d o d o n d e e l f a l l e c i d o y a n o e s t á p r e s e n t e


Para empezar esta tarea el doliente tiene que ser consciente del rol que desempeñaba en su vida la persona fallecida. Normalmente no somos conscientes de los roles que desempeñaba esa persona hasta pasado un tiempo. Este rol puede ser la gestión de los trámites bancarios, de los seguros del hogar, las actividades extraescolares de los hijos…


Vamos a tener que asumir ese nuevo rol, aprender nuevas tareas.


R e c o l o c a r e m o c i o n a l m e n t e a l f a l l e c i d o y s e g u i r v i v i e n d o


Una metáfora que escenifica muy bien esta etapa es la de imaginar el duelo como una gran estantería llena de objetos descolocados y desordenados. Etapa tras etapa el doliente va ordenando la estantería al afrontar, aceptar y asimilar la realidad. Con esta última etapa estaríamos dejando hueco en la estantería para colocar cosas nuevas.


Recolocar a nuestro fallecido no significa renegar de su recuerdo, sino poder convivir con el pasado para poder vivir el presente.


Tenemos que entablar nuevas relaciones, vivir, no solo de sobrevivir.


A medida que el duelo se vaya elaborando nos daremos cuenta de que en medio del dolor empiezan a aparecer emociones mucho más agradables relacionadas con el recuerdo de ese ser querido. En español no existe una palabra que pueda definir este sentimiento alegre procedente de un recuerdo que también duele. Sin embargo en portugués si encontramos una palabra que lo defina: saudade


Saudade es el punto de encuentro entre la alegría del recuerdo y la tristeza de la ausencia.


Aunque las tareas del duelo no siguen un orden concreto para poder realizar correctamente esta es conveniente que la anteriores estén bien resueltas.




Si quieres informarte sobre la terapia o tienes cualquier duda puedes ponerte en contacto conmigo a través de esta página web o en el teléfono 673211764.


Espero que os haya servido este post. ¡Nos vemos en el siguiente!




Fuente:


- Díaz P., Losantos S y Pastor P. Guía de duelo para adultos

-Barreto P., Soler M.C. Muerte y duelo Guías de intervención. Sínteses. Madrid, 2008.

- Neimeyer R. Aprender de la pérdida: una guía para afrontar el duelo. Paidós Ibérica. Barcelona, 2002.

- Worden W. El tratamiento del duelo: asesoramiento psicológico y terapia. Paidós Ibérica. Barcelona, 1991.






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